Coaching relacional
¿Cómo nos tratamos unos a otros? ¿Cómo nos comunicamos? ¿Conseguimos de esa manera en que obramos aquello que queremos tener?
¿Por qué algunos ejecutivos reciben de sus colaboradores tan buen rendimiento de una forma “tan sencilla“ y, aparentemente sin esfuerzo, mientras que otros para ello primero se ven obligados a mostrar “su mano dura“?
¿Cómo es el ambiente de trabajo en el departamento, en el equipo o en mi campo de acción inmediato?
¿Voy a gusto al trabajo, ya sea como jefe o como empleado?
¿De qué forma influye el modo en que nos relacionamos en la organización unos con otros en el rendimiento, en mis resultados y, en términos más amplios, los beneficios de la empresa?
El Coaching relacional se ocupa de todos estos temas. Se realiza un análisis, y simultáneamente se clasifican hechos y emociones.
Se desarrollan mejoras, el camino hacia las mismas y se acompaña la puesta en práctica.
Se producen cambios en nuestra propia manera de actuar y nuestro propio comportamiento. Según el enfoque sistemático, el cambio de una única parte del sistema provoca que todo el sistema cambie. Por sistema se entiende en este contexto una relación (incluso profesional entre jefe y colaborador), una familia, un departamento de una empresa. Cada sistema es, a su vez, parte de otro sistema o de varios sistemas.
Por eso el Coaching relacional es extraordinariamente eficaz, tanto en la empresa como en el área privada.
El Coaching relacional puede ser además un componente efectivo de un Coaching de equipo, aunque también se aplica en el Coaching individual.